La década de 1980 fue testigo de avances tecnológicos sustanciales, como la popularización de las computadoras personales y el crecimiento de la industria de la tecnología. Esto llevó a una  automatización de procesos comerciales y a un enfoque en la eficiencia operativa.

En este entorno, la mentalidad del empresario se enfocó en la generación de ganancias y la maximización del valor para los accionistas. En 1985, Microsoft lanzó Windows 1.0, un sistema operativo con interfaz gráfica de usuario que fue un avance significativo en comparación con MS-DOS. Windows se convirtió en un estándar en la industria y marcó el camino para el éxito continuo de Microsoft en el mercado de sistemas operativos. Con esto Microsoft experimentó un crecimiento explosivo en ingresos y ganancias, lo que la convirtió en una de las empresas más valiosas del mundo.

El éxito de Microsoft en la década de 1980 se debió en gran parte a su visión estratégica, su capacidad para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado y su enfoque en la innovación tecnológica. Esta empresa sentó las bases para su posterior dominio en la industria tecnológica y sigue siendo un ejemplo emblemático de éxito empresarial en esa década.