La crisis de 1929 sumió al mundo en un profunda recesión económica que afectó a empresa de todos los tamaños y sectores. En ese momento, muchas organizaciones se encontraron en una encrucijada: Adaptarse o enfrentas la ruina.

Aquellas empresas que entendieron la urgencia de cambiar sus modelos de negocio y estrategias tuvieron la oportunidad de sobrevivir y prosperar en medio de la adversidad. Un ejemplo es General Electric que logró sobrevivir gracias a la innovación tecnológica.

Sin embargo, también hubo ejemplos dolorosos de organizaciones que no lograron adaptarse y sucumbieron ante la presión de la crisis. La compañía de automóviles Studebaker, por ejemplo, no pudo ajustarse a la demandas cambiantes del mercado y finalmente se declaró en quiebra en 1933.

Este año nos demuestra como una decisión puede terminar con tus operaciones o al mismo tiempo puede ayudarte a dar ese impulso que necesitabas.

¡Quién no conoce su historia está condenado a repetirla!